Desarrollo personal y motivación como propósito de vida.

En camino a mi propósito de vida.

Hasta hace seis años no había leído nunca un libro de autoayuda. Pasados los cuarenta y en un momento de profundo dolor, leí el primero y algo en mí empezó a cambiar. No podía ni imaginar que, sin darme cuenta, me había puesto en camino a mi propósito de vida a través del desarrollo personal.

De ama de casa a trabajar en mi crecimiento personal para encontrar mi propósito en la vida.

Aunque mi profesión es la peluquería, formación que hice con mucha ilusión y que me gusta, he sido ama de casa más de veinte años. Durante este tiempo me dediqué, casi exclusivamente, al cuidado de mi hogar y de mi familia. Pero llegó un momento en que sentí que debía hacer algo para aportar más y decidí poner en marcha un pequeño negocio.

Emprender es una tarea realmente complicada y más aun cuando no se tienen los conocimientos necesarios, solo una bonita idea de proyecto y muchísimo entusiasmo. En otro post os contaré más sobre mis intentos de emprender.

Como era de esperar, dados mis escasos conocimientos en el tema, mi proyecto no funcionó.

Durante el cierre de aquel primer negocio, pasada esa tristeza que nos invade cuando un sueño en el que hemos puesto tanto no se logra, empecé a notar que algo dentro de mí estaba cambiando y no estaba muy segura de si era algo positivo.

Y pensé que estaba experimentando la famosa crisis de los cuarenta.

Esa crisis que tanto miedo nos da, porque pensamos que hemos llegado a la mitad de nuestra vida y que de ahí en adelante, el camino es cuesta abajo.

Bajo mi experiencia, nada más lejos de la realidad.

Un día, leyendo un artículo, descubrí que aquello que me pasaba no tenía nada que ver con una crisis. Era más bien un proceso natural y biológico del cerebro femenino. Esto, unido a la lectura de aquel libro de autoayuda y a la situación por la que estaba pasando, me hizo empezar a ver la vida con otros ojos.

Algo hizo clic en mi mente y empecé mi viaje de desarrollo personal hasta encontrar mi propósito de vida.

Cuatro años después de mi primer intento de emprender, uní mi motivación por ayudar a los demás y mi pasión por el mundo de las artesanías y comencé, con muchísima ilusión, un precioso proyecto que apenas llegó al año de vida pero del que salí enormemente enriquecida. Como negocio no fue en absoluto rentable, más bien todo lo contrario. Como experiencia de vida y aprendizaje… El valor es incalculable.

Personas, situaciones y emociones me llevaron a empezar a cuestionarme todo sobre mí y lo que hasta entonces había sido mi vida. Y empecé a devorar lecturas sobre desarrollo personal, motivación y espiritualidad. Varios libros después y con mucha más información recopilada de artículos y vídeos, había encontrado mi propósito de vida:

Ayudar a las personas a descubrir ese potencial que todos llevamos dentro, para vivir una vida plena y con propósito.

Esto se reafirmó cuando asistí, por primera vez, a un evento de desarrollo personal. Desde ese momento y durante todos estos meses, he experimentado un crecimiento interior que me ha transformado por completo.

Mi mentalidad es totalmente diferente; he eliminado creencias que me limitaban y he logrado tener más confianza en mi, que se traduce en mejores relaciones y experiencias de vida; he ganado comprensión y empatía y voy, día a día, eliminando la queja de mi vida y transformándola en gratitud.

El proceso está siendo tan gratificante, que ahora entiendo a muchos de mis referentes cuando dicen que lo que importa no es la meta, si no la persona en la que te conviertes en el camino. Lo realmente importante es el proceso; vivirlo, disfrutarlo y crecer.

Y con cuarenta y siete años tomé la decisión, desde lo más profundo de mi ser, de vivir cada día como siempre he querido, siendo realmente YO.

Gracias infinitas por estar ahí.

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