Compartir lo aprendido para ayudar a los demás.




Compartir lo que he aprendido para poder ayudar a los demás.

El domingo tomaba notas de lo que hoy es este post y a mediados de semana me llamó mi amiga Paola, con quien hacía tiempo que no hablaba. Sincronicidad, sin duda. Ella es de esas pocas personas que me han apoyado de forma incondicional y con tanto entusiasmo que no puedo expresarlo con palabras. Las emociones que me produce hablar con ella llenan mi corazón de una gratitud infinita, porque siempre me ha animado a compartir lo que he aprendido y ayudar con ello a los demás.


Quien tiene la verdad es el corazón.

Cuando hace un par de años comencé a enfocarme en mi desarrollo personal, empecé a ver todas las bondades de este proceso y todo el beneficio que iba a traer a mi vida. Entusiasmada por el descubrimiento, me moría de ganas por compartirlo con las personas más importantes para mí.

Aunque en aquel momento yo no sabía que era algo muy habitual, me encontré con bastante rechazo e incomprensión. Y hasta cierto punto es lógico cuando desconocemos algo y nuestra forma de pensar nos impide ver que no lo sabemos todo o que podemos estar equivocados.

En aquellos momentos de confusión y malestar, mi ego me hizo dudar de todo, pero como quien tiene la verdad es el corazón no tuve más que preguntarle y las dudas se disiparon.

Dos años después sigo escuchándole y me funciona. Prueba de ello es que hoy comparto esto contigo desde la certeza del bien que puede hacer a quien realmente lo quiera aprovechar.


Pequeño, pero valioso, apunte "filosófico".

Una de las cosas que he descubierto en este camino y que más me gusta es el coaching, algo que ya comenté en otra entrada, y averiguando sobre este tema descubrí que a Sócrates se le considera uno de los primeros coach de la historia. Es fascinante ver que algo considerado tan moderno, y por ello a veces menospreciado, descienda de uno de los más prestigiosos filósofos de todos los tiempos. Para mí una prueba más de que el desconocimiento lleva a malinterpretar.


Mis cinco grandes referentes.

Si bien dentro del desarrollo personal y el coaching sigo a muchos profesionales, tengo cinco grandes referentes con los que, por diferentes razones, he conectado de manera especial y que son maestros y ejemplos para mí.

Empecé con el doctor Mario Alonso Puig, aunque por aquel entonces no sabía que había entrado en un proceso de crecimiento personal, solo que aquel libro suyo que estaba leyendo me estaba cambiando la forma de ver la vida. Con él he aprendido muchísimo sobre como las emociones afectan al cerebro y al cuerpo humano en general.

Años más tarde conocí a Lain García Calvo, muy espiritual y enfocado en divulgar los principios y las leyes universales que rigen la vida y toda nuestra existencia. Leer sus libros y asistir a su evento intensivo fue el arranque definitivo en mi proceso.

Otros dos grandes para mí de este sector son Emilio Calvo, de quien puedo decir que, además de ser gran profesional y con el que he aprendido a gestionar mejor mis emociones, en sus cursos te hace sentir como si fueras familia, y Borja Vilaseca, maestro del autoconocimiento y gran sarcástico, capaz de reírse de sí mismo, y gracias a quien descubrí que soy un eneatipo 2, lo que me ayuda muchísimo a conocerme y comprenderme.

Y mi formación y desarrollo personal se han consolidado de la mano de Sergio Fernández, porque conecto profundamente con su manera de trasmitir conocimientos y con su forma de ser y estar en el mundo. Su enfoque de la abundancia, el emprendimiento y la libertad financiera siempre desde la consciencia y el servicio a los demás, coinciden al cien por cien con mi forma de ver la vida y mis valores. Él es mi referente número 1.

Podría decirse que este es mi top cinco del desarrollo personal, aunque también he de mencionar, a nivel internacional a Tony Robbins, considerado el orador y formador motivacional Nº 1 del mundo, y a Brian Tracy, grandísimo maestro experto en liderazgo.

A todos les estoy inmensamente agradecida por tanto como me están enseñando.


Solo quiero compartir lo que he aprendido para ayudar.

La intención de este blog no es otra que compartir todo lo que yo he ido aprendiendo de ellos y los beneficios que me ha dado implementar estos conocimientos en mi vida. Esto, en mayor o menor medida, es bastante usual en todos aquellos que decidimos apostar por nuestro crecimiento personal; sabemos lo valioso que es y no queremos guardárnoslo solo para nosotros.

En estos dos años he conocido decenas de personas en este entorno de autoconocimiento y desarrollo, y ni una sola ha mostrado malestar alguno por estar en este proceso. Todo lo contrario; todos mencionan, sin duda alguna, la mejora notable de sus vidas.

Aquel que me escucha sabe el entusiasmo que le pongo cuando hablo de desarrollo personal, incluso me han dicho que se me nota en la cara la emoción y la felicidad que me produce. Y es muy lógico porque yo me siento feliz y quiero ayudar a que el otro se sienta igual. Pero no tengo intención de obligar a nadie a escuchar lo que no quiere o no está preparado para oír; mejor compartirlo aquí y dejar que quien realmente quiera saber lo haga, si así lo decide, a través de las experiencias que en este blog escribo.

Y cierro con una frase de Raimon Samsó en el libro "Vivir con Abundancia", de Sergio Fernández:

"Hay una forma de que te vaya bien y es aprender a hacer muy bien el bien."


Gracias infinitas por estar ahí.

Imagen de heinzremyschindler en Pixabay


Comentarios

  1. Ana sin duda transmites tu entusiasmo y me contagias. Sabes hace unos años alguien me hizo creer que el amor propio alimenta el ego, pero me hizo creer que eso te hacía despegar los pies del suelo y que era mejor ser como una oveja blanca que sigue al rebaño sin protestar. Cuidare mi amor propio porque de ahí parte todo, si estoy feliz, todos a mi alrededor estarán felices.

    ResponderEliminar
  2. Mi querida Norma, no permitas que nadie te haga creer que quererte, cuidarte y ponerte en primer lugar, siempre desde el amor, es algo que no está bien. Solo cuidándote y queriéndote tú primero, es como luego puedes hacer lo mismo con los demás y entregarles lo que verdaderamente tú eres, todo amor. Y como cuando das, recibes, así es como realmente empieza a llegar a ti lo que mereces. Durante mucho tiempo solo me ocupé de los demás y no me quise ni me cuidé a mi misma ni un poquito. Ahora que soy mi prioridad más importante es cuando estoy entregando lo mejor de mi a otros y estoy recibiendo mucho más de lo que esperaba.
    Gracias infinitas por tus palabras, sabes donde estoy si me necesitas.
    Un abrazo grande, mi querida amiga.

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog

Del rencor y la queja a la responsabilidad y el perdón.

Ese superpoder que todos tenemos pero que muchos ignoran.

Despedirte de lo que has creado con tanta ilusión.